Riesgos especiales

Consideramos procesos industriales de riesgos especiales a plantas petroquímicas, de generación de energía, plásticos, baterías, etc. Éstas comportan uno de los mayores riesgos en caso de incendio, pero no sólo a nivel personal, económico y de negocio, sino también por las consecuencias medioambientales que pueden provocar. Todas ellas se enfrentan a un posible desarrollo rápido y catastrófico de un incendio, por lo que requieren sistemas de detección y protección adecuados para hacer frente a los riesgos especiales a los que se enfrentan.

Pero no sólo eso, en estos casos, este tipo de sistemas son esenciales porque el riesgo de incendio suele ser muy alto, igual que lo es la peligrosidad y la gravedad del mismo. Aquí entra en juego la necesidad de contar con un alto conocimiento de la situación para ser capaz de diseñar e instalar sistemas específicos de detección, protección y extinción de incendios para riesgos especiales, que sean capaces de realizar su función de manera que el proceso industrial no se vea afectado e, incluso, que no se produzca una parada en la fabricación.

Para ello, existen diferentes tipos de sistemas de extinción según el material al que nos enfrentemos. Las espumas contra incendios se utilizan para los líquidos inflamables ya que, al ser menos densas, flotan sobre éstos produciendo una capa capaz de extinguir el fuego al mismo tiempo que evita que se avive de nuevo. En general, las espumas contra incendios trabajan en dos direcciones: el aislamiento del fuego y la reducción de su temperatura.

También podemos utilizar sistemas de agua pulverizada, parecido a un sistema de rociadores pero con la diferencia de que tiene las boquillas abiertas para la rápida descarga de grandes cantidades de agua. Este tipo de sistemas se usan especialmente para espacios donde exista un alto riesgo de de expansión rápida del incendio, como pueden ser tanques de gas o plantas químicas.