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A día de hoy, contar con un SCTEH en naves industriales hecho a medida y 100% adaptado para cada instalación, es fundamental para garantizar el funcionamiento óptimo y la seguridad de las personas y bienes materiales.
Pero, ¿por qué se le da especial importancia a los sistemas de control de temperatura y evacuación de humos, o SCTEH, en establecimientos industriales?
La protección contra incendios en establecimientos industriales mediante los SCTEH, limita los efectos negativos del humo en las personas, además de proteger una elevada cantidad de bienes materiales que se encuentran almacenados en estas naves.
Según la estrategia que se adopte en cada caso concreto podemos disponer de diferentes soluciones adaptadas a cada actividad y las necesidades particulares de cada una de ellas.
En cualquier caso, la activación de los sistemas SCTEH variará en función del objetivo que deba alcanzar cada instalación, así como su interrelación con otros sistemas de protección contra incendios.
Además, Cottés dispone de un sistema de cálculo avanzado para los SCTEH que resuelve el problema original del movimiento de los humos, lo que permite un conocimiento más amplio y una mayor verificación de que se cumplen en su totalidad las exigencias del correcto funcionamiento de estos sistemas de control de temperatura.
Una vez entendemos cuál es el objetivo de los SCTEH y los diferentes tipos que hay disponibles, tenemos que tener en cuenta la normativa existente aplicada en naves industriales, las funciones que podemos desempeñar con este tipo de sistemas y cuál es el mantenimiento a realizar de forma periódica.
En cuanto a la normativa que regula el funcionamiento de los SCTEH, tenemos que distinguir aquellas relativas al diseño de las instalaciones, de las de producto y marcado CE.
1. Protección de las salidas de evacuación en caso de incendio
Una de las funciones principales de los SCTEH es evitar que el humo inunde las vías de evacuación y las salidas permitiendo, por tanto, que se pueda evacuar la nave industrial de manera segura y sin riesgo de intoxicación por inhalación de humo.
2. Control de temperatura interior
La salida al exterior o evacuación de los humos y gases de combustión que realizan los SCTEH, es de especial relevancia ya que lleva consigo una gran disipación térmica ayudando a reducir la temperatura interior y reduciendo el riesgo inherente a los elementos estructurales, sensibles al calor.
3. Acceso a la zona siniestrada
Como comentamos en el punto anterior, los SCTEH se diseñan para dirigir la salida de los humos y gases de combustión hacia el exterior, así como para impedir que estos se extiendan de forma descontrolada por el interior del establecimiento, permitiendo de forma segura la aproximación a la zona del incendio y facilitando las labores de extinción por los distintos cuerpos de bomberos.
Llevar a cabo las funciones de mantenimiento periódicas de los distintos sistemas de protección contra incendios, es una parte vital y una de las más importantes de cualquier instalación. Es muy importante a la hora de diseñar una instalación de protección contra incendios, pensar que posteriormente a su puesta en marcha, esta deberá mantenerse, realizar reparaciones, etc.. facilitando en la medida de lo posible el acceso a los distintos elementos y la seguridad para acceder a todos ellos.
Los sistemas de control de temperatura y evacuación de humos (SCTEH) deben someterse a un calendario de mantenimiento preventivo así como a una serie de inspecciones específicas a cada uno de sus distintos componentes.
¿Cuáles son las funciones más importantes a realizar?
Cada tres meses, es importante:
Comprobar que no se han colocado obstrucciones o introducido cambios en la geometría del establecimiento industrial (tabiques, falsos techos, desplazamiento de mobiliario, etc.) que modifiquen las condiciones de utilización del sistema o impidan el descenso completo de las barreras activas de control de humos.
Comprobar el correcto funcionamiento de la fuente de alimentación principal y auxiliar.
Revisar la presión de aire en la red neumática y calderín de reserva, así como la revisión de las alimentaciones eléctricas de red.
Realizar una inspección visual general.
Cada seis meses, necesitamos:
Comprobar el funcionamiento de los componentes del sistema mediante su activación manual/automática.
Llevar a cabo una limpieza de los componentes y elementos del sistema.
Cada 12 meses:
El sistema deberá someterse a una prueba funcional de todos sus componentes de conformidad con la norma UNE 23584 a realizar por personal debidamente homologado y certificado para realizar este tipo de actuaciones.
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