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El fuerte crecimiento industrial, el desarrollo y mayor acceso a la tecnología y el incremento de los almacenes logísticos robotizados ha provocado que los sistemas de prevención, detección y extinción de incendios se hayan visto “obligados” a dar un paso en firme hacia el futuro y empezar a implantar novedades tecnológicas para facilitar el trabajo, mejorar la protección y minimizar los daños. Estas se canalizan en robots contra incendios: un aliado tecnológico e innovador en la lucha contra el fuego y el humo.
Aunque todavía nos pueda parecer de película de ciencia ficción, la tecnología contra incendios se está aplicando ya con éxito. Por ejemplo, el robot bombero Colossus tuvo un papel protagonista en la extinción del fuego de Notre Dame en 2019 y en el incendio del Parque Nacional de Doñana del año 2017 ya se utilizaron mapas digitales y el dispositivo contra incendios Infoca para el análisis de datos que permitió una reacción rápida y una gestión efectiva de los recursos.
Los robots contra incendios, además, pueden asumir riesgos que las personas no, pueden introducirse en espacios inseguros, auxiliar a los bomberos en los momentos más peligrosos y ayudar a recabar y procesar datos e información que permita la agilización de las labores de extinción. Es cierto que, hoy en día, esta tecnología contra incendios se está utilizando más en incendios forestales, ya que los robots que pueden acceder a un incendio en un edificio son pocos por la electrónica con la que están creados.
En este sentido, el principal reto, tal y como explica Leonardo Nomdedeu en un artículo para Mapfre Global Risks, “es el de conseguir que sean robots autónomos capaces de tomar las decisiones correctas en grupo para rescatar víctimas, evitar escapes de gases y materias peligrosas y extinguir antes y mejor los incendios, todo ello sin arriesgar la vida de los profesionales de los cuerpos de bomberos, colaborando con estos de forma segura en los casos que fuera necesario”.
Por lo tanto, la aplicación de tecnologías contra incendios en grandes almacenes logísticos y otros casos de riesgos especiales como aeropuertos, centros comerciales y/o hospitales, etc. debe ser una obligación en un futuro no tan lejano. De hecho, según este mismo experto “en pocos años habrá robots autónomos que serán capaces de acceder a lugares peligrosos con sistemas de extinción de incendios avanzados, eficaces y ligeros”.
A pesar de que aún queda mucho territorio por explorar y mejorar, la robótica lleva ya años formando parte de la lucha contra incendios. Se utiliza y, desde Cottés nos hemos aliado con ella, en la detección de incendios, recopilación de información y en sistemas que se activan de forma automática para su extinción.
Dentro de la tecnología contra incendios encontramos dos tipos de modelos: los fijos, como pueden ser los rociadores automáticos y las alarmas; y los móviles, que suelen ser vehículos que se controlan a distancia como los robots bomberos o los drones.
Entre las innovaciones que son ya una realidad en la lucha contra incendios encontramos:
SmokeBot es un robot financiado por la Unión Europea capaz de ver a través del humo, evaluar temperaturas, medir gases y determinar el comportamiento del fuego. En este sentido, es capaz de recopilar una información esencial para la lucha contra el incendio, los equipos que estén allí presentes y el proceso de evacuación.
Los drones son una de las principales tecnologías contra incendios. Su principal función es la de sobrevolar las zonas afectadas y transmitir información en tiempo real a los equipos de extinción a través, por ejemplo, de vídeos de alta resolución o mapas de calor.
Los robots bomberos son clave en la lucha in situ contra incendios y el trabajo en primera línea, en el momento de más acción. Están pensados para soportar altas temperaturas y lanzar agua u otros fluidos para extinguir las llamas. También, en el momento en el que sean capaces de acceder al incendio en sí, serán los ojos de los bomberos, que podrán ver a través del robot qué zonas están más afectadas y tomar mejores y más rápidas decisiones.
Utilizar big data o softwares de análisis de datos avanzados es clave, sobre todo, para la prevención de incendios, ya que permite tener monitorizado todos los sistemas de detección y hacer que trabajen conjuntamente para ofrecer una solución global, eficaz y rápida.
Sin duda, la tecnología contra incendios debe empezar a ser una realidad, ya que permite una mejor detección precoz y también es una aliada en el momento de la extinción.
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