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El concepto de edificio inteligente o Smart Building ya lo podemos apreciar en múltiples edificios de las grandes ciudades.
En ellos, la tecnología consigue hacer más sencillo y seguro el día a día de las personas que los habitan o que trabajan en su interior. Y en el caso de la protección contra incendios, la instalación debe de adecuarse (y conectarse) a la tecnología empleada en estos edificios.
Sin embargo, cuando se trata de definirlo y consensuarlo, el concepto de Smart Building, todavía emergente, puede dar lugar a confusión al encontrarse inmerso en una evolución permanente ligado a la innovación tecnológica.
En la década de los noventa comienza a utilizarse de forma recurrente la expresión Smart City, ciudades inteligentes basadas en el empleo de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) para la prestación de servicios públicos de alta calidad, seguridad, productividad, competitividad, innovación, emprendimiento, participación, formación y capacitación.
Esta forma de concebir la ciudad a través del uso eficiente de la tecnología se traslada posteriormente al edificio, y con ello comienza a extenderse el concepto de Smart Building o edificio inteligente.
Sin embargo, los expertos que han investigado este concepto coinciden en que no existe una definición consensuada, y aunque en Europa el concepto de la sostenibilidad generalmente va ligado intrínsecamente al mismo, no sucede por igual en todas las regiones del mundo.
Por ello, nos hemos centrado en cómo lo aborda una de las empresas certificadoras de este tipo de edificios en todo el mundo, Wired Score. Para la organización, un edificio inteligente es aquel que pone la tecnología al servicio de las personas buscando mejorar su utilidad, optimizar su eficiencia y mejorando y aumentando su seguridad y accesibilidad.
Aunque el Internet de las Cosas o IoT (Internet of Things) todavía se encuentra en las primeras etapas de aplicación al ámbito de la protección contra incendios y muchos proyectos están en fase de desarrollo, las arquitecturas basadas en TI para la protección contra incendios en edificios inteligentes se presumen como uno de los retos futuros.
De hecho, a través de sistemas TI es posible habilitar una integración en un software central en el que confluyen datos sobre diferentes sistemas.
Con ello, se puede obtener, por ejemplo, información en tiempo real sobre los sistemas de seguridad contra incendios instalados, consumo y eficiencia energética, consumo y presión del agua, control de accesos, etc.
Para ello, cada dispositivo y sistema de protección contra incendios está interconectado a través del IoT y es por tanto capaz de recopilar, intercambiar y comunicar datos en tiempo real.
La transformación digital en la protección contra incendios ha avanzado de forma importante en los últimos años: lo observamos por ejemplo en los sistemas de detección, cada vez más precisos y conectados, también en los sistemas de mantenimiento y los flujos de trabajo que permiten a los técnicos registrar los resultados de las pruebas en dispositivos móviles o tablets.
La digitalización ha permitido ofrecer soluciones técnicas a problemas tradicionales a través del monitoreo de los sistemas contra incendios, las pruebas remotas, la planificación detallada en el desarrollo de un proyecto, los registros de incidencias o los informes de mantenimiento.
Pero ahora, con el auge del edificio inteligente, la interconectividad entre sistemas, la gestión de los datos en la nube y el Internet de las cosas cobran mayor importancia.
Algunas de las soluciones que se están implantando recientemente son, por ejemplo, los sistemas de monitoreo remoto que ofrecen visibilidad en tiempo real de los sistemas de alarma y protección contra incendios.
La información específica de PCI, además de monitorizarse en el BMS (Building Management System) del edificio y propiciar una serie de maniobras en el resto de instalaciones de éste en función de la matriz de causa y efecto específica desarrollada, también se está empezando a gestionar por medio del empleo de CRIs (Centrales Receptoras de Incendios) las cuales, con la mediación de personal formado en gestión de sistemas de protección contra incendios, disponen de capacidad de lectura y escritura remota sobre los elementos de la central, posibilitando la gestión remota de eventos de alarma y mantenimiento.
Otro de los ejemplos claros de integración de los sistemas de protección contra incendios en Smart Buildings es la gestión de las alarmas de incendios mediante sistemas de evacuación por voz integrados. De este modo se puede mandar mensajes específicos de evacuación en las zonas afectadas e, incluso, gestionar la misma en función de la ubicación del incendio mediante sistemas de señalización inteligente gobernados por el BMS.
Asimismo, también se están desarrollando sensores de temperatura a través de IoT para monitorizar de forma continua los sistemas eléctricos e identificar cualquier fuente de calor activa que sea invisible a simple vista. Sensores que también se pueden diseñar para detectar humo o monóxido de carbono en edificios.
Otra de las tendencias son los sistemas de detección de incendios por imagen a través de algoritmos de reconocimiento, tecnología que ya cuenta con productos homologados conforme a la norma EN 54-10 y, por tanto, en combinación con un documento de idoneidad técnica, se pueden instalar sin problemas legales en España en cumplimiento de lo indicado en el artículo 5 del RIPCI.
Sin embargo, y más allá de las nuevas tendencias, también son muchas las aplicaciones y sistemas contra incendios que pueden beneficiarse de la aplicación del IoT en edificios inteligentes, como los sistemas SCTEH, los detectores y rociadores automáticos o los sistemas de sectorización contra incendios.
La tecnología continúa avanzando y desde Cottés continuamos investigando y avanzando para implementar las nuevas soluciones que nos ofrece. ¡Acompáñanos en el camino!
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