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Para cualquier ingeniero de protección contra incendios, participar en un proyecto que implique riesgos especiales es un reto.
La principal razón son las particularidades de estas instalaciones, que hacen que el riesgo de incendio sea superior al habitual, con consecuencias que pueden afectar no solamente al negocio, sus activos e instalaciones, sino también a las personas y al medioambiente.
Además, cuando hablamos de riesgos especiales podemos abordar desde cierto tipo de edificios industriales hasta centros de datos, pasando por variedad de instalaciones diferentes, con necesidades de protección también diferentes.
En este artículo, analizaremos qué es un sistema de protección contra incendios para riesgos especiales, qué tipos de instalaciones los necesitan y algunas de las soluciones para riesgos especiales que pueden requerir estas instalaciones.
En el ámbito de la protección contra incendios, los riesgos especiales abarcan una amplia gama de escenarios que requieren enfoques específicos. Desde instalaciones con productos químicos inflamables hasta entornos con equipos sensibles al calor, la identificación precisa de estos riesgos es el primer paso crucial.
Los sistemas de protección contra incendios que implican riesgos especiales ofrecen capacidades avanzadas de detección de incendios con una respuesta más rápida
Cuando hablamos de riesgos especiales, nos referimos a factores como la presencia de materiales peligrosos, procesos industriales de alta temperatura o entornos con requerimientos de protección únicos. La evaluación minuciosa de estos factores es esencial para diseñar un sistema de protección contra incendios que se adapte a las necesidades específicas de cada entorno.
Debido a ello, los sistemas de protección contra incendios que implican riesgos especiales ofrecen capacidades avanzadas de detección de incendios con una respuesta más rápida y utilizan diferentes agentes supresores en función del tipo de riesgo.
Aunque no todos los edificios e industrias requieren de este tipo de protección, sí que hay casos en los que es necesaria su instalación, como por ejemplo:
En el ámbito global, diversas normativas guían la protección contra incendios en instalaciones con riesgos especiales. Normas como la NFPA 30 (Código de Líquidos Inflamables y Combustibles) y la NFPA 499 (Recomendaciones para la Evaluación de Riesgos de Incendio en Instalaciones con Materiales Peligrosos) establecen directrices específicas para la seguridad en entornos con riesgos particulares.
A nivel local, las regulaciones gubernamentales también desempeñan un importante papel, pues tratan de adaptarse más a la coyuntura geográfica, social y constructiva.
En España empleamos el Código Técnico de la Edificación (CTE), y concretamente su Documento Básico de Seguridad contra Incendios (DB-SI), que es aplicable a todos los edificios y construcciones y a todos los usos excepto el industrial.
Por otro lado, y aunque se encuentra en fase de revisión, es importante el Reglamento de Seguridad contra Incendios en los Establecimientos Industriales (RSCIEI) cuando trabajamos con proyectos de ámbito industrial.
Es importante tener en cuenta también la Normativa de Almacenamiento de Productos Químicos (APQ), regulada por el Real Decreto 656/2017, que establece las normas de seguridad para las instalaciones de almacenamiento, carga, descarga y manipulación de productos químicos peligrosos en estado sólido, líquido o gaseoso.
Es en este reglamento donde podremos consultar los requisitos de seguridad establecidos para las industrias que trabajan con productos químicos.
Por último, en el Reglamento de Instalaciones de Protección contra Incendios (RIPCI) se pueden consultar las características que ha de tener cada tipo de instalación y sus condiciones de mantenimiento.
En entornos con riesgos especiales, los sistemas de supresión son esenciales.
La instalación de sistemas de rociadores automáticos de agua pulverizada o sistemas de extinción por espumas puede mitigar rápidamente la propagación del fuego y minimizar los daños.
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Sin embargo, insistimos: siempre es necesario llevar a cabo un análisis exhaustivo en cada proyecto para determinar los sistemas de supresión más adecuados.
La detección temprana es fundamental en la protección contra incendios de riesgos especiales.
Sistemas de detección avanzada, como detectores de llama, calor y humo altamente sensibles, permiten una respuesta inmediata, aumentando la eficacia de los sistemas de supresión.
Generalmente estos sistemas se instalan en industrias y negocios de alto valor, por lo que la inversión es mínima en comparación al coste total de la instalación.
Además, cuentan con un rápido retorno de la inversión en comparación a lo que puede llegar a conllevar el coste de un incendio en una instalación de estas características.
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