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Aunque en cualquier sector, un plan estratégico de protección contra incendios que cumpla con todos los requisitos normativos es primordial, cuando hablamos de protección contra incendios en hospitales, clínicas y otro tipo de entornos hospitalarios, es necesario llevar la disciplina al máximo nivel.
Las particularidades de estos establecimientos, en los que muchos de los pacientes no cuentan con la posibilidad de ser evacuados por su propio pie, los convierten en espacios extremadamente delicados en cuanto a las acciones de PCI a implementar.
Según datos de NFPA, en EEUU, los incendios hospitalarios representan alrededor del 9% de todos los incendios reportados cada año.
De entre las causas principales, el equipamiento de las cocinas fue el causante de 2 de cada 3 incendios en estos entornos (66%).
Las instalaciones y equipos eléctricos y de iluminación fueron la segunda causa principal con un 6%, seguido por los incendios provocados (6%) y los equipos de calefacción y materiales para fumadores (5%).
Por otro lado, cabe señalar que solamente un 4% de estos incendios se propagaron más allá de la estancia donde tuvieron lugar.
Evitar el fuego es fundamental en los establecimientos sanitarios y para ello, los profesionales acudimos inicialmente a la legislación, concretamente al Código Técnico de la Edificación (CTE), para contar con un punto de partida a la hora de abordar un proyecto de protección contra incendios en hospitales.
El código ofrece indicaciones en cuanto al diseño, construcción, mantenimiento y gestión de estos edificios, haciendo especial hincapié en la compartimentación, la evacuación y la señalización.
Además, la resistencia estructural del edificio ha cobrado especial importancia en los últimos años y ahora la tendencia hacia estructuras horizontales en lugar de verticales hace que, además de favorecer posibles ampliaciones futuras, la implementación y eficacia de las medidas de PCI sea más eficiente.
Dentro de las estrategias y sistemas de protección contra incendios para hospitales, evitar la propagación del incendio cobra una importancia crucial, y de ahí que la compartimentación y la detección temprana sean algunos de los sistemas más relevantes para cumplir con este objetivo.
Para ello dividir los espacios críticos en sectores de incendio y garantizar la detección más rápida posible serán fundamentales.
De entre los sistemas de protección contra incendios existentes, en los hospitales es recomendable la instalación de:
Las plantas más críticas o unidades especiales del hospital, tales como la UCI o la zona de quirófanos, se deberán compartimentar en al menos dos sectores de incendio distintos.
Además de sistemas de compartimentación más estructurales como paneles sandwich, protección de forjados y otros sistemas de franjas que actúan como deflectores de llamas, es recomendable implementar otros sistemas de sectorización de incendios en lugares estratégicos, como puertas y cortinas cortafuegos.
La instalación de detectores de humo en todo el edificio, proporcionalmente repartidos en función del riesgo en cada área, será, como hemos indicado, una de las medidas fundamentales de prevención.
Será necesario también instalar pulsadores manuales de alarma en las zonas de circulación y en áreas críticas, siendo obligatoria la comunicación directa con bomberos en el caso de instalaciones que cuenten con más de 100 camas.
Siendo el humo una de las principales amenazas en la evacuación de personas durante un incendio, y aunque su implementación no figura como obligatoria en el CTE, es altamente recomendable la instalación de sistemas de control y evacuación de humos (SCTEH) en los establecimientos hospitalarios.
Éstos deben de instalarse a 15m. de distancia unos de otros. Además, en espacios de riesgo especial de más de 500m2, se deberá instalar, además, un extintor de carro cuyo peso no exceda los 25 kg.
Según el RIPCI, es obligatorio colocar una columna seca en hospitales cuya altura exceda los 15 metros.
Se instalarán a 5 m. de distancia de las salidas, con una separación máxima de 50 m. entre ellas. Se utilizarán dos tamaños: generalmente de 25 mm., pero en zonas de alto riesgo se instalarán BIE de 45 mm.
Las vías de evacuación deben de estar en todo momento claramente señalizadas y deben de ser bien visibles las 24h del día.
En cuanto a las zonas más críticas, si la altura de evacuación excede los 15 m. éstas deberán contar con al menos un ascensor de emergencia.
Aunque su instalación, al igual que sucede con los SCTEH, tampoco se exige en el CTE en este tipo de recintos, los sistemas fijos de extinción automática por agua pueden ser clave a la hora de extinguir un fuego. De hecho, en países como Reino Unido, Noruega, Holanda o Suecia, la implementación de estos sistemas en hospitales es de obligado cumplimiento.
En Cottés, abordamos la protección contra incendios en hospitales como una prioridad, una visión fundamental para garantizar tanto la seguridad de los pacientes como la del personal hospitalario.
Contamos con la solución técnica más adecuada para cada recinto hospitalario,
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