En este artículo hablamos de:
Los sistemas de protección contra incendios en naves industriales son esenciales debido a las grandes dimensiones del espacio y a la cantidad de suministros de materias primas y otros productos que se almacenan para su consumo.
Para lograr la seguridad en este tipo de establecimientos, es necesario conocer la normativa contra incendios para naves industriales en la que nos basaremos a la hora de instalar los sistemas que nos permitirán actuar de forma rápida y eficaz ante una situación de riesgo.
En materia de PCI industrial, hay que tener en cuenta dos normativas a nivel general.
Por un lado, el Reglamento de Seguridad Contra Incendios en los Establecimientos Industriales (RSCIEI), aprobado por el Real Decreto 2267/2004. Este reglamento establece, a partir del riesgo calculado para cada sector del establecimiento, todas las condiciones mínimas necesarias, tanto constructivas como a nivel de instalaciones, que deben tener, de forma que en caso de que se produzca un incendio, se alcance un nivel de protección adecuado tanto a las personas que trabajan en las mismas como a los bienes que se almacenan en estos espacios.
Complementando lo anterior, nos encontramos con el Reglamento de instalaciones de protección contra incendios, aprobado por el Real Decreto 513/2017. En el mismo, se regulan todos los aparatos, equipos, sistemas y componentes de las instalaciones de protección contra incendios. Además se establecen las condiciones mínimas necesarias para las empresas dedicadas a las instalaciones y mantenimientos de los sistemas, así como para la puesta en marcha de los mismos. En el reglamento, además, se determinan las normas de diseño que se deberán emplear para cada uno de los diferentes sistemas.
Para identificar los sistemas que son de obligada instalación, tendremos que esclarecer previamente a qué tipo de establecimiento industrial pertenece nuestro negocio, y cuál es su nivel de riesgo intrínseco.
Los establecimientos industriales se clasifican, a nivel de relación con los establecimientos de su entorno, tal como se indica a continuación.
Si el establecimiento industrial está ubicado en un edificio, podrá clasificarse en:
La nave forma parte de otro edificio (de forma parcial), independientemente de si este tiene un uso industrial o no. Es el caso típico de las naves industriales adosadas, que comparten estructura portante.
La nave constituye la totalidad del edificio, pero se encuentra adosada a otros o a una distancia inferior o igual a 3 metros. En este caso, no se comparte estructura portante
La nave constituye la totalidad de un edificio, o varios que se encuentren a una distancia mayor de 3 metros de otros. Entre cada uno de los establecimientos que ocupe para fines industriales, el camino no podrá contener ningún tipo de mercancía combustible o elementos que puedan ser altamente inflamables.
Por el contrario, si el establecimiento industrial se encuentra en espacios más abiertos, que no constituyen estrictamente un edificio, podrá determinarse como:
El espacio abierto que ocupa puede estar completamente cubierto y que alguna de las fachadas carezca de cerramiento lateral.
El espacio abierto que ocupa puede estar parcialmente cubierto, hasta un 50%, y que alguna de las fachadas carezca de cerramiento lateral.
En relación con el nivel de riesgo intrínseco (NRI) de cada sector o establecimiento, nos encontramos con 3 niveles: riesgo bajo (RB), medio (RM) y alto (RA).
El NRI de sector de un edificio industrial se calculará teniendo en cuenta todos los materiales combustibles que formen parte de la construcción del edificio y todos los que se prevean como normalmente utilizables en los procesos de fabricación, así como la totalidad de las materias combustibles que puedan ser almacenadas en la nave.
Existen diferentes fórmulas, contempladas en el RD 2267:2004, para la determinación de la densidad de carga de fuego ponderada y corregida, ya sea a partir de la contabilización de todas las masas de elementos combustibles, como a partir de una serie de actividades tabuladas por el propio reglamento, que conllevan un determinado valor de densidad de carga de fuego por unidad de superficie. En general, es importante distinguir entre las actividades de producción y las actividades de almacenamiento, en especial porque estas últimas incorporan un factor muy importante, la altura de almacenamiento, que puede hacer cambiar mucho el resultado de dicho cálculo.
Una vez clasificada nuestra nave industrial en uno de los 5 tipos de configuraciones (A, B, C, D, E) y asignado un NRI a cada uno de sus diferentes sectores, ya podemos saber qué sistemas de protección son los que vamos a necesitar según el epígrafe “Requisitos de las instalaciones de protección contra incendios”, anexo III del Reglamento de Seguridad Contra Incendios en Establecimientos Industriales.
En función del NRI y de la superficie de cada sector de incendios, y considerando además la tipología de edificio (A, B, C, D, E), el Reglamento determina qué instalaciones serán necesarias para la protección del mismo. Estas instalaciones se calculan, en general, para cada uno de los sectores del establecimiento. Es decir, un sector del establecimiento deberá estar dotado de una serie de instalaciones que, quizá para otro determinado sector del mismo no serán necesarias (entendiendo como sector un área que se separa del resto mediante una delimitación con determinada resistencia al fuego).
En esta primera tabla, podemos ver los sistemas que deberán instalar las naves industriales pertenecientes a los grupos A, B y C, según sus características.
En esta segunda tabla, podemos ver los sistemas que deberán instalar las naves industriales pertenecientes a los grupos D y E.
Por último, en esta tercera tabla, podemos consultar los sistemas comunes para todos los tipos de edificios.
Tal como se ha dicho, las disposiciones reglamentarias se consideran unas medidas mínimas necesarias. Es posible quedarse aquí pero, aunque es necesario conocer y aplicar de forma rigurosa la normativa existente contra incendios para naves industriales, debemos ir un paso más allá y conocer al detalle el proyecto en el que vamos a operar.
Al fin y al cabo, la normativa conlleva un proceso lento de revisión que no le permite seguir el ritmo de las novedades que van apareciendo en materia de construcción y diseño de establecimientos industriales.
Adaptándonos 100% al proyecto en el que trabajamos, podremos ofrecer una solución integral basada en un buen diseño global de ingeniería contra incendios que combine los sistemas requeridos en la norma con otros adicionales que aseguren la protección total de la nave y que se adecúen a las condiciones particulares de la misma.
Determinadas situaciones no están completamente reflejadas y tratadas por las normas, o si lo están lo es de un modo muy general y poco aplicado. Por ello, es necesario que el conocimiento normativo, la experiencia y la innovación entren en juego, para poder alcanzar un nivel de protección que no sólo cumpla con las exigencias de la reglamentación, sino que realmente sea capaz de dotar al establecimiento de una protección real, robusta y segura.
Almacenamientos de ultracongelación, de líquidos combustibles, de productos químicos, procesos automatizados de diferentes tipologías, etc., son ejemplos claros de situaciones en las que las normas aportan un cierto enfoque, pero es fundamental ir un paso más para dar en nivel de seguridad adecuado, combinando todos los sistemas, innovando en equipos, tecnología e instalación.
Son proyectos como este, los que nos demuestran la necesidad de ir un paso por delante de la normativa para ofrecer soluciones efectivas adaptadas a cada situación.
Si quieres saber más sobre los distintos sistemas como el de sectorización contra incendios o las cortinas cortafuegos para tu industria, contacta con nosotros.
La protección contra incendios en centros de datos es crucial para garantizar la continuidad operativa…
En España, el mantenimiento de los sistemas de protección contra incendios (PCI) está regulado por…
José Luis, ¿podrías contarnos cómo ha sido tu trayectoria y cómo ha evolucionado tu rol…
Jordi, llevas muchos años en Cottés, siendo uno de los miembros más veteranos del…
El proyecto SAAR (SA Alimentaria Aragonesa) consiste en la protección de un almacén automático de…
El efecto de Bernoulli, también conocido como el principio de Bernoulli, describe el comportamiento de…