El Comité Sectorial de Instalación, Mantenimiento e Ingeniería de Sistemas y Equipos de Tecnifuego- AESPI firma un interesante artículo técnico en el último número de la revista de la asociación titulado Vida útil de los equipos de seguridad contra incendios. Tal y como indica Manuel Martínez en el citado texto, el sector de profesionales de seguridad contra incendios viene reivindicando, teniendo en cuenta las instalaciones PCI, el marcado del periodo máximo de vida útil de los equipos mecánicos y electrónicos, puesto que el funcionamiento de estos equipos también tienen es limitado y, una vez superado, deben ser sustituidos y reemplazados por otros nuevos.
A diferencia de otro tipo de instalaciones, los sistemas de protección contra incendios pasan la mayor parte del tiempo inactivos y solo se puede verificar que funcionan correctamente cuando se realizan labores de mantenimiento o cuando se utilizan por necesidad. De ahí la necesidad de establecer unos periodos de vida útil.
Aunque ya hay equipos de protección contra incendios que sí cumplen con el marcado de su periodo de funcionamiento como es el caso de los extintores, que tienen una vida útil de 20 años desde su fabricación, no es así en otro tipo de productos como los sistemas de extinción por agua o los sistemas electrónicos de protección contra incendios.
En este sentido, desde el CS de Instalación, Mantenimiento e Ingeniería de Sistemas y Equipos apuntan que este periodo de vida útil debe determinarse a partir de la puesta en marcha del sistema y atendiendo a diferentes parámetros de funcionamiento y desgaste, en función de las pruebas realizadas por los organismos internacionales competentes.
Este es el caso de los ensayos HALT (Highly Acelerated Life Test) y HASS (Higly Accelerated Stress Screening), que evalúan los puntos más vulnerables de materiales y sistemas, que pueden presentar posibles fallos en el caso de encontrarse en los entornos climáticos en que normalmente operan. Así pues, los ensayos de envejecimiento ambiental acelerado permiten a los ingenieros y equipos de trabajo localizar los puntos débiles o fallos de estos equipos para introducir las mejoras oportunas para eliminar la incertidumbre acerca del correcto funcionamiento del producto.
Por todo ello, desde Cottés Group, y como miembros de Tecnifuego-Aespi, apostamos por la inspección y control de todos los equipos de seguridad contra incendios en la que se tenga en cuenta su vida útil. Esta atención permitirá en definitiva mejorar su calidad, eficacia y fiabilidad y, por tanto, garantizar una mayor seguridad para personas y bienes.
En este punto, merece la pena recordar que dentro de poco verá la luz el nuevo Reglamento de Instalaciones de Protección Contra Incendios (RIPCI), pendiente de aprobación por el Consejo de Ministros, y que, como novedad, regulará las actividades de instalación y mantenimiento de sistemas de protección contra incendios y evacuación de humos SCTEH y en el que se formalizará la labor de los profesionales encargados de la realización de estas tareas.
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