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Los sistemas de rociadores son una parte crucial en la protección contra incendios en cualquier tipo de instalación. Sin embargo, durante el invierno, estos sistemas pueden verse comprometidos por las bajas temperaturas, especialmente en zonas no climatizadas.
La congelación de los sistemas de rociadores húmedos puede inhabilitar el sistema y causar daños significativos y costosos. En este artículo, exploramos cómo evitar que el agua de la tubería de los rociadores se congele y proponemos soluciones, como el uso de rociadores secos, líquidos anticongelantes y otras estrategias efectivas.
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En toda instalación, los sistemas de protección contra incendios deben mantenerse efectivos durante todo el año. Sin embargo, las condiciones ambientales pueden hacer que los sistemas de rociadores húmedos sean vulnerables a la congelación, especialmente en zonas no climatizadas o sin el debido aislamiento. Entender los factores que causan la congelación es el primer paso para implementar medidas preventivas efectivas.
La exposición prolongada a temperaturas bajo cero es una de las principales causas de congelación del agua en los sistemas de rociadores húmedos. Este riesgo es particularmente elevado en áreas como almacenes, naves logísticas o plantas de producción, donde la calefacción puede ser insuficiente o estar ausente en ciertas zonas. En estas condiciones, el agua en las tuberías corre el riesgo de congelarse, lo que podría bloquear el flujo y dejar el sistema inoperativo en caso de incendio.
El aislamiento es una de las primeras líneas de defensa contra la congelación. Cuando las tuberías de los rociadores no están adecuadamente aisladas, la pérdida de calor se acelera, aumentando el riesgo de que el agua se congele. Las áreas cercanas a las paredes exteriores, techos o ventanas son particularmente vulnerables y deben recibir atención especial durante la preparación para el invierno.
Evitar la congelación en los sistemas de rociadores en entornos industriales requiere una planificación cuidadosa y la implementación de medidas preventivas. A continuación, presentamos algunas recomendaciones clave que pueden ayudar a mantener la operatividad de los rociadores durante los meses más fríos del año.
En general, los sistemas de extinción de incendios no se congelan con frecuencia ni con facilidad si han sido instalados debidamente. Dicho esto, cuando ocurre, es especialmente probable si ha pasado un tiempo desde que el sistema se sometió a mantenimiento. Si bien no existe una preparación específica para el invierno, existen algunos consejos y prácticas de mantenimiento que los técnicos utilizan para reducir el riesgo de congelación en las tuberías. Trabajar con un proveedor de protección contra incendios como Cottés garantiza que el plan de mantenimiento y servicio regular mantenga su sistema en óptimas condiciones para cualquier tipo de ambiente.
Una de las soluciones más efectivas para proteger los sistemas de rociadores húmedos es la adición de líquidos anticongelantes. Estos productos están diseñados para mezclarse con el agua en las tuberías, reduciendo su punto de congelación y permitiendo que el sistema funcione incluso en condiciones extremadamente frías. Sin embargo, es crucial seleccionar un anticongelante compatible con el sistema y utilizar la cantidad adecuada para evitar cualquier posible corrosión o mal funcionamiento.
Los sistemas secos de rociadores son una alternativa eficaz para evitar la congelación en zonas expuestas a bajas temperaturas. A diferencia de los sistemas húmedos, que mantienen agua en las tuberías en todo momento, los sistemas secos de rociadores mantienen las tuberías llenas de aire o nitrógeno hasta que se activa el sistema, momento en el cual el agua es liberada solo cuando es necesario para apagar un incendio. Esta característica elimina por completo el riesgo de congelación, ya que no hay agua en las tuberías que pueda congelarse.
Si bien los sistemas secos de rociadores son una excelente opción para nuevas construcciones, también pueden instalarse en sistemas existentes, especialmente en áreas propensas a la congelación. Es importante trabajar con profesionales para asegurar que la instalación se realice correctamente y que el sistema esté diseñado para las necesidades específicas de la instalación. El mantenimiento de estos sistemas es generalmente más sencillo que el de los sistemas húmedos, ya que no requieren aditivos como el anticongelante.
Si detectas que un sistema de tuberías de rociadores se ha congelado, es importante actuar rápidamente para minimizar los daños. Primero, intenta elevar la temperatura en el área afectada utilizando calefactores portátiles o aumentando la calefacción general del edificio. Si el sistema de tuberías sigue congelado, bien en su totalidad o de manera parcial en algún tramo, contacta a un profesional especializado en protección contra incendios para evaluar y reparar cualquier daño antes de que ocurra un fallo en el sistema.
En Cottés, entendemos la importancia de mantener tus sistemas de protección contra incendios en perfectas condiciones, incluso en las situaciones más desafiantes. Nuestro equipo de expertos en ingeniería ofrece soluciones personalizadas y un mantenimiento integral para asegurar que tus instalaciones estén preparadas para cualquier eventualidad. Contamos con la experiencia y el conocimiento necesarios para adaptar nuestros servicios a tus necesidades específicas, ¿hablamos?
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